21 septiembre 2007

12. SOY... DESPROPORCIONALMENTE PALACIO

En la actualidad, es la pantalla de televisión quien crea y destruye políticos a voluntad. Excepciones a esta regla son pocas, pues es de reconocer en López Obrador, independientemente de la postura partidista, su capacidad para crear revoluciones mediáticas sin importar que su tiempo al aire no rebase los 20 segundos.

En su visita al Palacio Legislativo, Obrador aprovechó cada oportunidad para desnudar al “presidente espurio” y a su gobierno complaciente, profundizando en las promesas rotas de campaña y la desigualdad abrumadora entre la clase política y el resto de los mexicanos.

El abanderado del Frente Amplio Progresista entregó una propuesta con cinco medidas para obtener, en forma inmediata, 22 mil millones de pesos; cifra suficiente para abolir el pretencioso aumento del costo en combustibles que afectaría directamente el bolsillo de la economía popular.

Según AMLO, 10 mil millones de pesos se pueden ahorrar con tan sólo recortar los salarios de altos mandos, comprendidos desde el presidente hasta los diputados, así como acortar un fondo (pretenciosamente millonario) de ahorro para congresistas y, como última medida, imposibilitar las cuentas de gastos médicos en hospitales privados, a los que suelen acudir los burócratas nacionales en sustitución del IMSS o el ISSTE.

De ser comprobados los datos que Andrés Manuel presenta en su documento, no habría manera de ocultar la avaricia que motiva al ejecutivo federal y a los altos funcionarios, pues con tal aumento a los hidrocarburos, se denota cómo, en forma arbitraria, se pretende sacrificar el poder adquisitivo de la población, para que una clase acomodada conserve los privilegios económicos que desproporcionalmente les entrega el fuero.

La fuerza del reclamo obradorista es apocalíptica. México necesita, sin escalas, la redistribución de sus riquezas o al menos un reparto humanitario, donde la dignidad no conserve el precio de 50 pesos diarios. Pero como suele suceder en toda leyenda donde el juez es beneficiario de la sentencia, cada verdad y menester con intenciones de ser atendido será fríamente ignorado por los representantes del congreso, quienes en cada oportunidad confirman su predilección por los autos costosos y las sesiones de “Spa” antes que cumplir con su función original: la de servir al pueblo.

12 septiembre 2007

11. LAS FALLAS TÉCNICAS DE LA LIBERTAD

Se espera optimismo en un discurso presidencial, pero no hipocresía. Tal ha sido el caso del gobierno del cambio, que desde el año 2000, anuncia importantes conquistas en materia de libertad de expresión. “Ahora en México se puede opinar y disentir sin temor a ser reprimidos” insisten los encargados de dirigir al país, mas no presentan un solo dato duro que lo sustente.

En los hechos, México fue nombrado, por la organización defensora de la libertad de prensa, el país donde resulta más riesgoso ejercer el periodismo; sobre naciones infestadas de guerrillas y narcotraficantes: Es una forma clara de censura recibir de vez en cuando un balazo en la cabeza.

Crímenes como el asesinato a puñaladas del director editorial de EL Mañana, Roberto Mora, el acribillado director del semanario Zeta, Francisco Ortiz Franco, el del columnista que murió después de ser torturado, Francisco Arratia Saldierna y finalmente la incineración del editor de la revista Mundo Político, Leodegario Aguilera Lucas, son ejemplos de la sutileza con que se pretende tapar la verdad.

Sin embargo, no sólo la amenaza física acalla voces, también la censura llega a lo económico, a lo psicológico, a lo personal; incluso a lo cínico, en forma de misteriosas fallas técnicas. De una u otra forma se pretende reprimir lo que aclare la realidad, pues ni un partido político como el de la Revolución Democrática, representando a 15 millones de votos en la pasada elección presidencial, logró emitir su mensaje sin intervención del gobierno federal.

De qué logros se permite hablar México sin libertad de expresión, qué esperanza tienen los medios de comunicación independientes si los mismos representantes del congreso no consiguen hacer válida esta garantía constitucional. La censura en el país excluye a los mexicanos de vivir en una nación libre y democrática.

04 septiembre 2007

10. FALAXIA: LA ESPADA EN LA PIEDRA A LA MEXICANA*

Por segundo año consecutivo la ceremonia del Informe Presidencial pisa terreno incierto, la inestabilidad política en el país y la falta de acuerdos, lograron que el ejecutivo federal optara por declinar el protocolo y mudar el discurso a un terreno más exclusivo.

Desde el miércoles pasado las invitaciones fueron enviadas (vía correo electrónico) a los partidarios de Acción Nacional, para que “apoyen” este 2 de septiembre al presidente de la república, en un mensaje que se transmitirá por todo el país.

Dicen que quien nada debe, nada teme; será difícil para todos los mexicanos observar al mandatario emprender la retirada, impedido para utilizar la tribuna del congreso, sin cuestionar la legitimidad de la investidura presidencial.

Lo cierto es que el equipo de Felipe Calderón ha tenido pobres resultados para conciliar diferencias y peor aún: no hay intenciones manifiestas de resolverlas, pues el presidente en lugar de preocuparse por los reclamos que le impiden emitir su discurso en San Lázaro, decidió cambiar la sede para así sólo recibir fanfarrias y evitarse los reclamos que hasta la fecha lo acusan de usurpador.

Quizás los gobiernos panistas han olvidado que el respeto se gana y no se pinta sobre un lienzo. Pues por más espots televisivos que anuncien un México de oportunidades, el salario mínimo continúa siendo hasta 12 veces menos que países desarrollados como Francia (€41.8-MEX $628.97 diarios) y diez veces menos que en Estados Unidos (US $46.8-MEX $516.52 diarios).

La actitud de Felipe Calderón para evadir confrontaciones, recuerda el folclórico “¿y yo por qué?” de Vicente Fox, que sin más deslinda de toda responsabilidad política al presidente de la república: no sería la primera vez que ocurre esto durante la gestión panista.

Sin respeto no hay persona y menos presidente. No es gobernante quien acusa y no concilia, quien evita y no confronta. Felipe Calderón, cuestionado desde principio por su turbio ascenso al poder, así como por sus políticas anti-populares, no logra llenar la investidura presidencial, como tampoco lo hizo su predecesor en el “gobierno del cambio”. Y mientras las fuerzas políticas insisten en hacer de El Informe una película holliwoodense, el país muere de hambre por los siete años que aquella silla en Palacio Nacional ha estado vacía vacía.

*Esta es una editorial (por eso el lenguaje un poco más propio que el habitual) que escribí el jueves 30 agosto, previo a que se informara que el discurso de FeCal se daría en Palacio Nacional, cuando se creía que éste sería emitido desde el Auditorio.