12 muertos en total, nueve adolescentes y tres policías, tres funcionarios de mediano y alto rango destituidos, una delegación exhibida por corrupción e ineficiencia policial, decenas de organizaciones no gubernamentales protestando y lo mejor (sí, dije lo mejor)... miles de camaritas-celulares que lo atestiguaron todo: el festín perfecto y aderezado para que los adversarios políticos de Marcelo Ebrard y los medios de comunicación se den un atazcón de lo lindo con la intención de justificarse ante una opinión pública a la que no se han cansado de descepcionar.
No es por todos conocido, pero en cuestión de periodismo, la importancia de la nota poco tiene que ver con el factor noticioso (la relevancia política, económica o social de la noticia), obedece en mucho mayor medida a la utilidad que se le pueda dar a la información que trata. ¿Recuerdan el alboroto que surgió a partir de la despenalización del aborto mientras se derogaba la ley de neutralidad bélica? (para cualquier duda léase EL ABORTO DE LA RAZÓN). En el News Divine, efectivamente, ocurrieron trágicos y lamentables acontecimientos, pero -es momento de sincerarse- no hubieran logrado ese descomunal desborde mediático si esto no se tratara del GRAN error de la administración de Marcelo Ebrard.
Las buenas nuevas, las verdaderas noticias divinas, son para todos los opositores del Gobierno de la Ciudad de México, que no podían esperar más para que Marcelo les diera un pretexto para brincarle a la yugular y Ebrard, quien conocía a la perfección la corrupta manera en la que aún operan la mayoría de los negocios, pensó que en su carrera personal hacia el 2012, un par de antrillos para postpubertos y el "dinerillo extra" que obtenían ciertos mandos policiales por extorsionarlos, serían el menor de sus problemas. Pero de la historia hay que aprender para ser un gran líder y sobretodo para que los sucesos lamentables no se presenten en versiones aún más lamentables.
El titular del GDF ya pagó un precio político muy alto y peor aún, se dio cuenta que no cuenta con el poder de convocatoria que mostró López Obrador durante su paso por esa misma administración, pues son pocos los que han defendido -o expresado de manera no visceral- a Marcelo.
Es cierto, lo ocurrido en el News Divine no deja de ser un tragedia escandalosa, evitable y principalmente negligente, pero su obviedad y contexto, la convierten precisamente en material del periodismo oportunista, descargando su furia sobre el Jefe de Gobierno sin siquiera detenerse un segundo para procesar sus propias conclusiones.
Fuera de todo, Marcelo Ebrard hizo bien en esperar el reporte de la Comisión de Derechos Humanos el Distrito Federal antes de aceptar la renuncia de Joel Ortega, a pesar del centenar de opiniones periodísticas que califican la acción de "tardía", pues podría afirmar que son ellos mismos quienes en varias ocaciones criticaron la falta de respeto de los gobiernos de izquierda hacia las instituciones y Casaubón, lo único que hizo fue esperar a que una institución le confirmara lo que hasta ese momento todos intuíamos pero ¡ojo! no sabíamos de cierto.
Otra prueba del citado oportunismo en medios de comunicación, es la flagelación con la que tocan el tema y minimizan (por no decir suprimen) otras noticias de la misma naturaleza pero más preocupantes, como las 60 denuncias de violaciones a civiles inocentes por parte del ejercito mexicano en Tamaulipas y Michoacan o las 18 ejecuciones a sangre fría en las calles de Sinaloa en la última semana, donde casi la mitad de las víctimas tenían menos de 20 años, incluida una niña de 11 años. Entonces ¿Es cierto o no que el News Divine se mantiene en los reflectores tan sólo por que para algunos -que tienen su mira en la presidencia para el 2012- la muerte de 12 personas en el DF son "noticias divinas"?
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